El científico estadounidense Irving Weissman es líder mundial en la investigación con células madre. Se le considera el ‘padre de la hematopoyesis’ porque fue el primero en aislar células madre de ratón en 1988. En su visita esta semana al Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), el científico ha insistido en la importancia de una investigación pública de alto nivel.
Usted trabaja en el autotrasplante de células madre contra el cáncer. ¿Funciona esta terapia?
No hay ningún tratamiento tan valioso, pero es necesario purificar las células madre que vamos a trasplantar. Ya hace años descubrimos que cuando obtenemos células madre de una paciente con cáncer de mama y metástasis para hacer un autotrasplante, la mitad de ellas son cancerígenas. Si las eliminamos antes de trasplantarlas, la supervivencia de la paciente es mucho mayor. El ensayo que hicimos fue pequeño, pero una década más tarde, tenemos resultados: el 30% de las mujeres autotrasplantadas con células madre purificadas han sobrevivido. Las otras pacientes solo un 7%.

Irving Weissman, investigador de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford. Imagen: SINC
¿Actualmente este tratamiento está disponible?
No. A la mitad del ensayo clínico, la empresa farmacéutica que nos subvencionaba decidió que no era rentable, que no iba a ganar suficiente dinero con esta terapia, y abandonó el estudio.
¿Y el abandono económico también afectó a otros trabajos?
Sí. También estábamos investigando el alotrasplante. Cuando se movilizan células madre de un donante para trasplantarlas a otro paciente, no solo se recogen este tipo de células, sino también linfocitos T. Ellos son los responsables de las complicaciones inmunológicas, como la enfermedad del injerto contra el huésped y el rechazo de los trasplantes. En nuestro estudio pretendíamos reproducir en humanos lo que ya sabemos que pasa en ratones: si eliminamos los linfocitos T, obtenemos una reconstitución completa de la sangre del receptor sin ninguna complicación inmunológica. ¡Nadie lo había hecho! Pero la empresa farmacéutica decidió que no había suficientes pacientes para ganar dinero con ello. Sigue leyendo →